El azúcar líquido invertido es un jarabe obtenido a partir de azúcar blanco mediante una reacción enzimática o de acidificación, en el que la sacarosa se hidroliza en glucosa y fructosa, lo que nos permite obtener un producto homogéneo de alta calidad con diferentes perfiles de dulzor y estabilidad en función de las necesidades del cliente.
Entre las distintas variedades de azúcar líquido invertido, el Ámbar Cristalino es una de las más empleadas. Con un porcentaje de inversión del 70%, es el producto perfecto para la elaboración de refrescos y helados, pero también en panadería, bollería y repostería.
Gracias a su composición, disminuye la actividad del agua, aumentando la vida útil del producto, y disminuye también el punto de congelación, evitando que se formen cristales de hielo en sorbetes y helados.
Además, cuenta con otras propiedades tecnológicas que hacen del Ámbar Cristalino un producto muy versátil:
Disponible en una amplia gama de formatos: cisternas, IBCs de 1300 kg y garrafas de 25 y 7 kg, siendo su fecha de consumo preferente de 10 meses a partir de la fecha de fabricación. No contiene aditivos ni conservantes y es apto para consumidores vegetarianos, veganos y/o celíacos.